Los Ojos

Dependemos de la vista más que de ningún otro sentido para movernos por el espacio que nos rodea. En una sola mirada, que dura una fracción de segundo, los ojos colaboran con el cerebro para informarnos sobre el tamaño, la forma, el color y la textura de un objeto. Nos permiten saber la distancia a la que está, si está quieto o se acerca a nosotros y la rapidez con que se mueve. Los ojos nos proporcionan a diario mensajes que nos ayudan a entender el mundo que nos rodea.
Aunque los ojos son pequeños en comparación con la mayoría de los órganos del cuerpo, su estructura es increíblemente compleja. Los ojos funcionan conjuntamente para percibir profundidad, lo que nos permite calcular la distancia y el tamaño de los objetos para poder movernos a su alrededor. No solo funcionan conjuntamente sino que también colaboran con el cerebro, los músculos y los nervios para crear complicadas imágenes y mensajes visuales. Y los ojos se adaptan constantemente a los cambios en el entorno. Por ejemplo, se adecuan para que podamos movernos fácilmente por una habitación casi a oscuras o bajo una brillante luz solar.
Para comprender mejor cómo funcionan los ojos, es importante saber cuáles son las estructuras que los componen y las condiciones médicas y enfermedades que pueden interferir en la visión.
 ¿Qué son los ojos y cómo funcionan?
Solo una parte del ojo es visible en la cara. Todo el ojo – el globo ocular – tiene el tamaño y forma de una pelota de ping-pong.
El ojo – tanto las partes visibles como las no visibles – es extremadamente delicado. El cuerpo tiene varias formas de proteger este vulnerable órgano. El globo ocular está ubicado en la cuenca del ojo (también denominada órbita) del cráneo, donde está rodeado de hueso. La parte visible del ojo está protegida por los párpados y las pestañas, que no dejan penetrar la suciedad, el polvo e incluso la luz brillante y perjudicial.

Los ojos también están protegidos por las lágrimas, que los humedecen y eliminan la suciedad, el polvo y otros agentes irritantes que traspasan las pestañas y los párpados. Las lágrimas también protegen los ojos de infecciones.
Cada vez que parpadeamos, los párpados extienden una capa de mucosidad, aceite y lágrimas por toda la córnea, que cubre el ojo. Las glándulas lagrimales situadas en el ángulo superior externo de la cuenca del ojo producen lágrimas.
Tras humedecer los ojos, las lágrimas corren por los párpados y se drenan en el saco lagrimal, una bolsita situada en el ángulo inferior interno de la cuenca del ojo. Después, las lágrimas salen por un conducto que conduce a la nariz.
Para que usted pueda ver, el ojo tiene que moverse. Seis músculos, denominados músculos extraoculares, rodean el globo ocular. Estos músculos actúan como las cuerdas de una marioneta, moviendo el ojo en distintas direcciones. Los músculos de cada ojo normalmente se mueven al mismo tiempo, haciendo que ambos ojos queden alineados.
La pared del globo ocular está formada por tres capas, como las capas de una cebolla:
- La esclerótica es la capa protectora exterior. Este tejido duro y fibroso rodea el globo ocular y está unido a la córnea, que es la superficie transparente de la parte frontal del ojo. Lo blanco del ojo que vemos es la esclerótica. Sobre la esclerótica se encuentra la conjuntiva, una membrana mucosa transparente que evita la sequedad del ojo.
- La coroides es la capa intermedia que contiene los vasos sanguíneos que proporcionan oxígeno y sustancias nutrientes a la retina.
- La retina, la capa interior, recubre el globo ocular por dentro. La retina es una fina capa de tejido nervioso sensible a la luz. El nervio óptico envía señales de la retina al cerebro, que las interpreta como imágenes visuales.
El espacio que hay en el centro del globo ocular está relleno de una sustancia transparente de aspecto gelatinoso denominada humor vítreo. Esta sustancia permite que la luz llegue a la retina. También ayuda a mantener la forma redondeada del ojo.
La visión es el proceso por el cual el cerebro interpreta las imágenes captadas por el ojo y comienza en la parte visible del ojo. Sobre la superficie de la parte frontal del ojo se encuentra la córnea, curvada y transparente. No podemos ver la córnea de una persona como vemos la parte coloreada que hay detrás; la córnea es como una ventana transparente que proyecta la luz sobre el ojo. Detrás de la córnea hay un líquido denominado humor acuoso. La córnea y el humor acuoso forman una lente externa que refracta (cambia la dirección) la luz cuando ésta llega al ojo. Aquí es dónde ocurre la mayor parte del enfoque que realiza el ojo.
La membrana circular coloreada del ojo que está ubicada justo detrás de la córnea se llama iris. El iris regula la cantidad de luz que penetra en el ojo a través de la pupila, que es la abertura situada en el centro del iris que parece un diminuto círculo negro. Al igual que una cámara, que regula la cantidad de luz que le entra para evitar la sobre exposición y la subexposición, el iris aumenta o disminuye, cambiando el tamaño de la pupila para regular la cantidad de luz que penetra en el ojo. La pupila aumenta de tamaño cuando necesita más luz para ver mejor y disminuye cuando hay mucha luz.
El cristalino del ojo está ubicado justo detrás del iris. Al igual que la lente de una cámara, el cristalino del ojo enfoca la luz para crear imágenes nítidas. La luz que ha sido enfocada a través de la córnea y del humor acuoso llega al cristalino, que entonces la proyecta más lejos, enviando los rayos de luz a la retina a través del humor vítreo.
Para enfocar objetos con claridad a distancias variables, el cristalino tiene que cambiar de forma. El cuerpo ciliar contiene la estructura muscular que modifica la forma del cristalino del ojo. En personas con visión normal, el cuerpo ciliar aplana el cristalino lo suficiente como para enfocar objetos a una distancia de 20 pies (6 metros) o más. Para ver objetos más cercanos, este músculo se contrae para ensanchar el cristalino. Los niños pequeños pueden ver objetos a muy poca distancia; muchas personas mayores de 45 años tienen que alejar los objetos cada vez más para poder verlos con claridad. Esto se debe a que el cristalino pierde elasticidad a medida que envejecemos.
La retina (la fina capa de tejido sensible a la luz que recubre la parte trasera de la pared del globo ocular) está compuesta de millones de receptores de luz. Son los bastoncillos y conos. Los bastoncillos son mucho más sensibles a la luz que los conos. En cada ojo existen unos 125 millones de bastoncillos que nos ayudan a ver cuando la luz es tenue y a percibir la escala de grises, pero no distinguen los colores. A su vez, los 6 millones de conos que existen en cada ojo nos permiten ver cuando la luz es brillante y también percibir el color y los detalles.
La mácula es una pequeña zona especializada de la retina. La mácula ayuda a que los ojos perciban pequeños detalles cuando miramos un objeto directamente. Contiene principalmente conos y algunos bastoncillos.
Cuando la luz se proyecta en la retina, estimula los bastoncillos y conos. La retina entonces envía señales nerviosas al nervio óptico por la parte trasera del ojo. El nervio óptico envía estas señales al cerebro, que las interpreta como imágenes visuales. La parte del cerebro que procesa la información visual e interpreta los mensajes que envía el ojo se denomina corteza visual.
Al igual que en una cámara, el cristalino transmite inversamente las imágenes de luz. El cerebro sabe distinguir que los impulsos recibidos de la parte superior de la retina pertenecen realmente a la parte inferior del objeto que estamos viendo y viceversa.
La mayoría de las personas utiliza ambos ojos para ver un objeto. Esto se denomina visión binocular. En la visión binocular, las imágenes se forman en la retina de cada ojo. Estas imágenes son un poco diferentes porque el objeto se ve desde ángulos ligeramente distintos. Las señales nerviosas que representan a cada una de las imágenes son enviadas al cerebro donde son interpretadas como dos visiones del mismo objeto. Algunas de las fibras nerviosas de cada uno de los ojos se cruzan, por lo que cada lado del cerebro recibe mensajes de ambos ojos. A través de la experiencia, el cerebro aprende a calcular la distancia a la que se halla un objeto basándose en el grado de diferencia que hay en las imágenes que recibe de ambos ojos. Esta habilidad para percibir la distancia se denomina percepción de profundidad.
Nuestra visión es un proceso perfecto. Todas las partes del ojo – y del cerebro -tienen que funcionar conjuntamente para que una persona vea bien. Sin embargo, puesto que la estructura del ojo es tan compleja, pueden fallar muchas cosas.
 Cosas que pueden fallar en los ojos y la visión
Algunos de los problemas más frecuentes del ojo son los llamados errores refractivos. Son los problemas que normalmente buscan los oculistas en los exámenes de la vista. La refracción es el cambio de dirección de los rayos luminosos para enfocar la luz que procede de una imagen. Los errores refractivos son problemas relacionados con el modo de enfocar del ojo, debido a su forma, que hace que veamos la imagen borrosa. Algunos errores refractivos son:
- Astigmatismo. El astigmatismo es un problema en la curvatura de la córnea. Esto ocasiona que parte de la imagen que recibe el ojo esté borrosa. Las lentes correctoras (lentes de contacto o gafas) suelen corregir la visión en personas con astigmatismo.

- Miopía. La miopía aparece cuando el ojo enfoca la imagen de un objeto delante de la retina en lugar de hacerlo directamente en ella. En la mayoría de los casos, la gente no ve bien de lejos pero puede ver con claridad los objetos cercanos. Esta condición tiende a empeorar un poco en la infancia y la adolescencia pero se estabiliza en la edad adulta. Las personas con esta condición pueden necesitar gafas o lentes de contacto para corregir la visión. La cirugía con láser se utiliza frecuentemente en adultos para corregir permanentemente la miopía al cambiar la forma de la córnea. La cirugía con láser no se practica en niños y adolescentes porque el ojo puede crecer y el error refractivo, cambiar.

- Hipermetropía. La hipermetropía aparece cuando la imagen que llega no se enfoca en la retina, sino detrás de ésta. Esto hace que sea difícil ver objetos cercanos con claridad, aunque sí se ven bien los objetos lejanos. Las gafas o las lentes de contacto pueden corregir este problema en niños y adolescentes. La mayoría de los adultos desarrolla un tipo de hipermetropía denominado presbicia.
Otros problemas oculares que pueden afectar a niños y adolescentes son:
 Ceguera. Es la pérdida de vista útil. La ceguera puede ser temporal o permanente y se debe a muchas causas. Los defectos o lesiones congénitas en cualquier parte del ojo, nervio óptico o zona del cerebro responsable de la visión pueden provocar ceguera. La deficiencia visual no se puede corregir con cirugía o lentes correctoras; y la condición médica puede dificultar la realización de las actividades cotidianas. La diabetes, los problemas de la mácula y los cambios que se producen en el ojo debido a la edad son los responsables de la mayoría de los casos de ceguera en los Estados Unidos.
 Cataratas. Algunos niños nacen con cataratas, que es una opacidad del cristalino del ojo que impide que se vean con claridad las imágenes o, simplemente, que se vean. Pero las cataratas son mucho más frecuentes en personas mayores, a quienes se interviene quirúrgicamente para eliminarlas y corregir la visión. En bebés y niños pequeños, hay que tratar las cataratas para evitar problemas permanentes en el desarrollo de la visión.
 Daltonismo. El daltonismo se debe a problemas en la pigmentación de los conos de la retina. La mayoría de las personas daltónicas ven algunos colores. En la mayoría de los casos, una persona daltónica confunde unos colores con otros, normalmente el rojo y el verde. Hay personas que nacen daltónicas y las hay quienes desarrollan esta condición con el tiempo. El tipo más frecuente de daltonismo es una condición heredada que afecta más a niños que a niñas. El daltonismo no se puede corregir.
 Conjuntivitis. La conjuntivitis es la inflamación (ojo rojo, dolor e hinchazón) de la conjuntiva. Una variedad de conjuntivitis es denominada conjuntivitis aguda, una infección contagiosa común que hace que los ojos se enrojezcan y lagrimeen y, en ocasiones, secreten pus. La conjuntivitis aguda se suele tratar con colirio. La conjuntivitis también puede ser causada por alergias o algún rasguño en la superficie del ojo.
 Dacriostenosis. La dacriostenosis es una obstrucción del sistema de drenaje lagrimal que ocurre en el párpado inferior. Es un problema bastante común en bebés pero suele mejorar con el tiempo.
 Lesiones oculares. Las lesiones oculares son una de las causas evitables más comunes de ceguera. Las lesiones oculares pueden deberse a agentes irritantes tales como arena, suciedad o cuerpos extraños en la superficie ocular. Los productos químicos o cuerpos extraños que se incrustan en el ojo también pueden causar dolor y pérdida de visión. Un impacto violento en el ojo puede causar hemorragia en el interior del ojo y daños en la córnea, la retina y otras estructuras oculares importantes.
 Glaucoma. Una de las principales causas de ceguera en los Estados Unidos, la glaucoma es un trastorno que causa el aumento de presión en el interior del ojo y daña potencialmente el nervio óptico. Aunque pueden aparecer en bebés y niños, es mucho más frecuente en adultos de edad avanzada. A menos que se detecte temprano en pruebas rutinarias, no se suele diagnosticar hasta que se ha perdido algo de visión.
 La degeneración macular es una enfermedad ocular que afecta principalmente a personas mayores; pero a veces también pueden desarrollarla bebés y niños. Cuando una persona padece degeneración macular, la zona central de la retina presenta cicatrices. Esto provoca el deterioro de la vista a lo largo de los años. En la mayoría de los casos, se desconoce la causa de la degeneración macular pero tiende a venir de familia, lo que indica que los genes y la herencia están implicados.
 Retinoblastoma. Es un tumor maligno del ojo que suele aparecer en los primeros 5 años de vida. Puede provocar pérdida permanente de visión y la extirpación del ojo afectado.
 Retinopatía de prematuros. A veces, los bebés prematuros presentan daños en los vasos sanguíneos de la retina, una condición médica conocida como retinopatía de prematuridad, que puede dar lugar a una grave pérdida de visión en algunos casos.
 Estrabismo. Es una condición por la cual los ojos se ven cruzados. El estrabismo suele estar causado por un defecto en el equilibrio de la fuerza que ejercen los músculos que ayudan a los ojos permanecer rectos y moverse juntos correctamente. La cirugía de los músculos oculares puede reajustar los ojos. Si no se trata en la infancia, puede dar lugar a la pérdida permanente de visión en el ojo menos usado (condición conocida como ambliopía).
 Orzuelo. Un orzuelo es la infección de uno de los folículos por donde crecen las pestañas. Los orzuelos se tratan con la aplicación de compresas calientes y uso de antibióticos.
El cuidado adecuado de los ojos de su hijo incluye exámenes periódicos en revisiones rutinarias que ha de realizar un médico oculista según el calendario recomendado por el médico de su hijo. Algunos de los síntomas de que un niño pequeño puede tener problemas de visión son la constante fricción del ojo, lagrimeo o rojez, y dificultad para seguir un objeto con la vista. Los niños mayores pueden entrecerrar los ojos o sentarse demasiado cerca de la televisión. Puede que los niños o los adolescentes con problemas de visión se quejen de sufrir dolores de cabeza al final del día.
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