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Síndrome de Muerte Súbita Infantil
¿Qué es el Síndrome de Muerte Súbita Infantil?
El síndrome de muerte infantil súbita es la muerte inexplicable y súbita de un bebé menor de 1 año. También se le conoce como «muerte de cuna» porque la muerte ocurre cuando el bebé está durmiendo en su cuna. Este síndrome es la causa principal de muerte de bebés entre 1 mes y 1 año de edad. La muerte es repentina e impredecible, en la mayoría de los casos el bebé parece estar saludable. La muerte ocurre rápidamente, usualmente cuando el bebé está durmiendo.
¿Qué causa el Síndrome de Muerte Súbita Infantil?
Después de 30 años de investigación, los científicos no pueden aún encontrar las causas definitivas. Aunque no hay manera de predecir o de prevenir este síndrome, investigaciones han encontrado algunas evidencias que pueden ayudar a reducir sus riesgos. Las evidencias han demostrado que algunos bebés que mueren del síndrome de muerte infantil súbita presentan lo siguiente:
Anormalidades en el Cerebro
Algunos bebés nacen con anormalidades en el cerebro que los hacen vulnerables a una muerte repentina durante la infancia. Estudios de victimas del síndrome de muerte infantil súbita demuestra que estos bebés tienen anormalidades en el «núcleo arqueado», una parte del cerebro que probablemente ayuda a controlar la respiración y el despertarse cuando dormimos. Los bebés que nacen con defectos en otros lugares del cerebro o en el cuerpo pueden también estar más propensos a una muerte súbita. Estas anormalidades pueden ser resultado de una exposición del feto a substancias tóxicas, o a una reducción en el oxígeno. El fumar cigarrillos durante el embarazo, por ejemplo, puede reducir la cantidad de oxígeno que el feto recibe.
Eventos después del Nacimiento
Eventos que pueden relacionarse con el síndrome de muerte infantil súbita pueden incluir una falta de oxígeno, una toma excesiva de bióxido de carbono, un sobrecalentamiento o una infección. Ejemplos de la falta de oxígeno y de niveles excesivos de bióxido de carbono pueden incluir los siguientes:
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- Infecciones respiratorias que causan problemas respiratorios
- Seguir respirando el mismo aire que se bota y se queda atrapado en la cama cuando los bebés duermen de barriga
Normalmente, los bebés sienten cuando no tienen suficiente aire ya que el cerebro los despierta de sus sueños haciéndolos llorar. Esto hace cambiar los latidos de su corazón o el ritmo de su respiración para compensar por los bajos niveles de oxígeno y el exceso de bióxido de carbono. Los bebés con un defecto en el núcleo arqueado, pueden carecer de este mecanismo de protección.
Esto puede explicar que los bebés que duermen de barriga sean más susceptibles al síndrome de muerte infantil súbita; y también que se haya reportado que los bebés con este síndrome tenían infecciones respiratorias antes de su muerte. Esto también puede explicar porque la mayoría de casos del síndrome de muerte infantil súbita en EEUU ocurren durante los meses más fríos del año, cuando son más comunes las infecciones respiratorias.
Problemas en el Sistema Inmunológico
Se ha reportado que el número de células y de proteínas hechas por el sistema inmunológico de los bebés con el síndrome de muerte infantil súbita son más altas que lo normal. Algunas de estas proteínas pueden interactuar con el cerebro para cambiar la frecuencia cardiaca y de respiración mientras se duerme, o pueden poner al bebé en un profundo sueño. Tales efectos pueden ser lo suficientemente fuertes como para causar la muerte del bebé, especialmente si el bebé tiene un defecto en el cerebro.
Desorden Metabólico
Algunos bebés que mueren repentinamente pueden haber nacido con un desorden metabólico. Si existe una historia familiar de este desorden o de muerte infantil por causas desconocidas, los padres pueden tener una evaluación genética a través de una muestra de sangre para poder determinar si ellos son portadores de este desorden. Si uno o ambos padres son portadores, el bebé puede ser evaluado prontamente después de su nacimiento.
¿Quiénes están a riesgo del «Síndrome de Muerte Súbita Infantil»?
Cerca de 5,000 bebés mueren en los Estados Unidos cada día debido a este síndrome. Algunos bebés están más en riesgo que otros. Por ejemplo, el síndrome de muerte súbita infantil es más predominante cuando el bebé tiene entre 1 y 4 meses de edad, es también más común en los varones que en las mujercitas, y la mayoría de las muertes ocurren durante el otoño, invierno y al comienzo de la primavera.
Los factores que pueden colocar a un bebé a más alto riesgo de morir del «Síndrome de Muerte Súbita Infantil» incluyen los siguientes:
- Bebés que duermen de barriga en vez de hacerlo de espalda
- Madres que fuman durante el embarazo (son 3 veces más susceptibles de tener un bebé con este síndrome)
- Estar expuesto al humo pasivo de madres, padres o de otras personas de la casa que fuman (dobla el riesgo de un bebé de tener el síndrome)
- Madres que tiene menos de 20 años durante su primer embarazo
- Bebés que nacieron de madres que no tuvieron cuidados pre-natales o que los tuvieron tarde
- Bebés prematuros o de bajo peso al nacer
¿Cómo se diagnostica el «Síndrome de Muerte Súbita Infantil?
El diagnóstico se hace cuando la causa de la muerte permanece inexplicable después de una investigación completa, la cual incluye lo siguiente:
- Una autopsia
- Una inspección del lugar donde ocurrió la muerte
- Una revisión de los síntomas o enfermedades que el bebé tenía antes de morir
- Cualquier otra historia médica pertinente
¿Qué se puede hacer para reducir los riesgos del «Síndrome de Muerte Súbita Infantil»?
En la actualidad no hay manera de predecir qué bebés morirán de este síndrome. Sin embargo, hay algunas medidas que los padres pueden tomar para disminuir los riesgos de que su bebé muera del «Síndrome de Muerte Súbita Infantil», estos incluyen:
Cuidados Pre-natales
Cuidados pre-natales tempranos y de manera regular pueden ayudar a reducir los riesgos del síndrome de muerte infantil súbita. Una apropiada nutrición, una madre que no fuma o toma alcohol, y hacer frecuentes chequeos médicos empezando a los inicios del embarazo pueden ayudar a prevenir que un bebé desarrolle anormalidades que lo puedan poner a riesgo de una muerte repentina. Estas medidas también reducen las posibilidades de tener un bebé prematuro o de bajo peso al nacer, lo cual incrementa los riesgos del «Síndrome de Muerte Infantil Súbita». El riesgo de este síndrome es más alto para los bebés de madres que fuman durante el embarazo.
Ponga a su Bebé de Espalda al Dormir
Los padres y personas que cuidan a los bebés deben ponerlos a dormir de espalda en vez de ponerlos a dormir de barriga. Estudios han demostrado que poniendo a los bebés a dormir de espalda ha reducido por la mitad el número de casos del «Síndrome de Muerte Súbita Infantil», en países donde los bebés tradicionalmente dormían de barriga. Aunque los bebés que duermen de costado tiene menos riesgos de contraer este síndrome que los bebés que duermen de barriga, aún se considera que la mejor posición es la de dormir de espalda para bebés de 1 mes a 1 año. Los bebés que son puestos a dormir de costado deben ser fijados con el brazo de abajo hacia delante para ayudar a prevenir que se voltee y se coloque barriga abajo.
Aunque muchos padres temen que sus bebés se atoren con la saliva o vomiten si se les coloca de espalda, estudios no han demostrado ninguna evidencia de elevados riesgos de atoro o de otros problemas.
Use otras Posiciones sólo con Recomendaciones de su Médico
En algunas situaciones, los médicos pueden recomendar que los bebés sean colocados de barriga al dormir. Esto puede suceder si ellos tienen desordenes como el reflujo gastroesofágico o ciertos desordenes de la vía respiratoria superior, que los hace más susceptibles a atorarse o a tener problemas al respirar si son puestos de espalda.
Coloque al Bebé de Barriga Cuando Esté Despierto
Se recomienda que el bebé sea colocado de barriga cuando esté despierto y pueda ser supervisado para que desarrolle su habilidad motriz de los hombros. El que se le coloque de barriga cuando esté despierto también puede ayudar a prevenir que tenga la parte de atrás de la cabeza aplanada. Estos signos físicos son casi siempre temporales y desaparecen cuando el bebé empieza a sentarse.
Use Ropa de Cama Apropiada
Asegúrese que su bebé duerma en un colchón firme o en cualquier otra superficie firme. No use manta o frazaditas suaves o edredones debajo del bebé. No permita que el bebé duerma en una cama de agua, sobre un abrigo o manto de piel de oveja, sobre una almohada o sobre cualquier otro material suave. Si su bebé es muy pequeñito no coloque juguetes de peluche o almohadas dentro de su cuna. Algunos bebés se han asfixiado con estos materiales suaves y acolchados dentro de la cuna.
Controle la Temperatura
Los bebés deben mantenerse calientitos, pero no deben estar muy calientes. Un bebé sobrecalentado es más propenso que caiga en un sueño profundo del cual va a ser difícil despertar. La temperatura del cuarto del bebé debe sentirse confortable para un adulto y se debe evitar ponerle demasiada ropa. Mantenga la temperatura del cuarto de su bebé a una temperatura que sea confortable para usted.
Evite Compartir la Cama
Recientemente, estudios científicos han demostrado que el compartir la cama entre la madre y el bebé, y otros, pueden alterar los patrones del sueño del bebé y de la madre. Si bien el compartir la cama puede tener ciertos beneficios (como el fomentar la lactancia materna), no hay estudios científicos que hayan demostrado que ello reduce el «Síndrome de Muerte Súbita Infantil». Algunos estudios sugieren que el compartir la cama, bajo ciertas condiciones, puede aumentar los riesgos de este síndrome. Si una madre decide dormir en la misma cama con su bebé, se debe evitar usar superficies para dormir que sean suaves. No se deben colocar mantas o frazaditas, cobijas, almohadas, edredones o cualquier otro material suave debajo del bebé. No fume o use substancias como el alcohol, que pueden hacer difícil que usted se despierte. Es también importante considerar que a diferencia de las cunas, que han sido diseñadas para cumplir con los estándares de seguridad para los bebés, las camas de adultos no están diseñadas para un bebé, y pueden traer un riesgo de quedarse atrapado accidentalmente entre las cobijas y sufocarse.
Mantenga el Ambiente Libre de Humo
No fume estando embarazada y no deje que nadie fume alrededor de su bebé. Los bebés y los niños pequeños que están expuestos al humo tienen más resfriados y otras enfermedades, y también un riesgo más alto de contraer el «Síndrome de Muerte Súbita Infantil».
Cuidados Pediátricos
Si su bebé parece estar enfermo, llame a su médico o a la clínica inmediatamente. Los padres deben llevar a sus bebés por chequeos regulares y para que se les administre las vacunas correspondientes. Las demandas de que las vacunas aumentan los riesgos del «Síndrome de Muerte Infantil Súbita» no están apoyadas por investigaciones, y por el contrario, los bebés que reciben las vacunas en el tiempo que les corresponden están menos propensos de morir de este síndrome. Si el bebé tiene un incidente donde él o ella dejan de respirar y se pone de color azul o letárgico, el bebé debe ser evaluado por la causa de tal incidente.
Dé lactancia Materna a su Bebé
Si es posible, usted debe amamantar a su beber. Hay evidencias que demuestran que el dar de amamantar puede reducir los riesgos del «Síndrome de Muerte Súbita Infantil». Algunos estudios han encontrado que este síndrome es menos común en bebés que han recibido lactancia materna. Esto puede deberse a que la leche materna puede proveer protección de ciertas infecciones que pueden causar la muerte repentina en bebés.
Estudios de Investigación
Una comparación entre bebés saludables y aquellos con un alto riesgo del «síndrome de muerte infantil súbita», demuestra que eventos como el apnea y de una frecuencia cardiaca más baja de lo normal son comunes, incluso en los bebés saludables. Sin embargo, eventos cardio-respiratorios extremos son comunes sólo en bebés prematuros, sugiriendo así la probabilidad que éstos no sean precedentes inmediatos del «síndrome de muerte súbita infantil «.
ADVERTENCIA
El cuidado pediátrico está constantemente mejorando. Las nuevas ideas, prácticas e investigaciones, provocan continuos cambios en las recomendaciones. Estos textos representan nuestro mejor esfuerzo pero de ninguna manera sustituyen el diálogo crítico y las recomendaciones de su pediatra. La información proporcionada, es considerada confiable y generalmente aceptada de acuerdo con los estándares al momento de la publicación. Sin embargo, la posibilidad de un error humano y los cambios en las ciencias médicas, nos hacen advertir que las decisiones que usted tome deben ser consultadas con su pediatra u otro profesional de la salud y solo considere esta información como un punto de partida o referencial.
Si cree que su niño, o alguien que usted conoce, sufre de las condiciones descritas aquí, por favor visite a su proveedor de servicios de la salud. No intente ofrecer tratamiento usted mismo a su niño o alguien más, sin la supervisión médica adecuada.
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